INTRODUCCIÓN
En el reinado de Isabel II se distinguen dos etapas. La primera es la de las Regencias de María Cristina (1833-1840) y Baldomero Espartero (1840-1843),a la que siguió la del reinado efectivo de la hija de Fernando VII. Algunos ejes políticos que condicionaron todo el período fueron la complicada dialéctica entre moderados y progresistas , la reivindicación carlista y el papel preponderante del ejército.
Partidos y dinámica política
La Ideología liberal o liberalismo fue la corriente política mayoritaria en España durante el periodo isabelino, dos grandes tendencias: la moderada y la progresista. En ocasiones provocaron escisiones como la del Partido Demócrata dado en el sector progresista. La voluntad de converger hacia postulados moderados y progresistas dio lugar a la formación Unión Liberal.
Los partidarios del liberalismo moderado, sectores burgueses industriales beneficiados por las desamortizaciones, la ha visto gracia latifundista, los comerciantes, los financieros y los militares de alta graduación. El claro apoyo de la corona, descendía una soberanía compartida entre está y las Cortes con amplias atribuciones para el monarca, disolver las cámaras del Parlamento y ejercer un sufragio censitario altamente restrictivo.
El liberalismo progresista, reivindicaba la soberanía nacional plena, defendió el sufragio censitario menos restrictivo que el de los moderadores, la libertad de imprenta y la formación de Milicias Nacionales. Los sectores más radicales del progresismo fundaron el Partido Demócrata, influido por el krausismo defendía el sufragio universal masculino y las políticas de laicización del Estado. La universal fue un proyecto político impulsado por el general O'Donnell cómo resultado de las confluencias de ideas moderadas y progresistas. Durante la época isabelina, la vida política estuvo determinada por la inestabilidad, la escasa duración de los ejecutivos y la constante intervención de la corona y del Ejército en el nombramiento y la destitución de los gobiernos.